En los artículos anteriores, hemos hablado de lo importante que es dormir bien y lo fundamental que es elegir el colchón correcto, incluso hemos entregando pautas de cómo identificar las diferencias de un colchón y como su calidad sí influye a la hora de dormir bien, así que, en este artículo hablaremos de otro componente vital que no debemos descuidar y que día a día nos acompaña y cuida mientras dormimos; nuestra almohada, a la que, por lo general, no siempre le dedicamos el tiempo y los cuidados que corresponden. Pero como todos los componentes de la cama también tiene sus cuidados, diferenciaciones y formas de uso, a continuación, te hablaremos de todo lo que necesitas saber sobre las almohadas.
Actualmente, en el mercado podemos encontrar una gran variedad de almohadas en comparación a años atrás, incluso hoy se pueden clasificar hasta por la forma que dormimos, por ejemplo:
Es importante aclarar que las almohadas no son universales y que no cubren la misma necesidad, debido a las dolencias, formas de dormir o gustos de cada persona. Debemos estar de acuerdo que mantener la cabeza, cuello y espalda alineados ayudará a encontrar el equilibrio perfecto para dormir plácidamente y evitar dolores musculares y/o lumbares.
Para todo lo anterior, es fundamental saber que podemos encontrar almohadas según su tamaño, altura, forma y material. En este último punto los materiales que ofrece el mercado son viscoelástica, pluma, látex y fibra, las que pasaremos a detallar a continuación:
Cuidados básicos para mantener limpia nuestra almohada
Muchas veces no tomamos en cuenta lo importante que es dormir bien manteniendo nuestra espalda y cabeza alineados o cómo repercute en nuestro día a día en la buena o mala calidad del sueño. Encontrar la postura correcta al dormir solo nos entrega beneficios desde dormir bien, despertar descansados, disminuir los ronquidos y reflujos entre otros efectos positivos.